Oh
María, Virgen Inmaculada,
Puro
cristal para mi corazón,
Tú
eres mi fuerza, oh ancla poderosa,
Tú
eres el escudo y la defensa para el corazón débil.
Oh
María, Tú eres pura e incomparable,
Virgen
y Madre a la vez
Tú
eres bella como el sol, sin mancha alguna,
Nada
se puede comparar con la imagen de Tu alma
Tu
belleza encantó el ojo del tres veces Santo,
Y
bajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna,
Y
tomó el cuerpo y la sangre de Tu Corazón,
Durante
nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen
Oh
Madre, Virgen, nadie comprenderá,
Que
el inmenso Dios se hace hombre,
Sólo
por amor y por su insondable misericordia,
A través
de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.
Oh
María, Virgen Madre y Puerta Celestial,
A
través de Ti nos ha llegado la salvación
Todas
las gracias brotan para nosotros
a
través de Tus manos
Y me
santificara solamente un fiel seguimiento de Ti
Oh María,
Virgen, Azucena más bella,
Tu
corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
Y
por eso porque Tu humildad fue la más profunda,
Y
por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y de los santos.
Oh
María, dulce Madre mía, Te entrego el alma, el cuerpo y mi pobre corazón,
Sé
tú la custodia de mi vida, Y especialmente en la hora de la muerte, En el
último combate.
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